1º: Si nos fijamos en Francia, la segunda economía de la Zona euro, observamos que desde el año 1995 -primer año disponible de la serie estadística consultada en Eurostat- su sector público no ha obtenido un solo superávit presupuestario. Al menos durante veinte años ininterrumpidos, sus ingresos fiscales han sido inferiores a sus gastos. Como consecuencia de ello su deuda pública supera el 90% del PIB, cuando en 1995 se cifraba en el 55%.
2º: Si tomamos como referencia la primera economía europea en tamaño de PIB, Alemania, nos damos cuenta de que desde 1995 la locomotora germana ha anotado catorce déficits públicos, por tan sólo cuatro superávits presupuestarios (dos de ellos de tan sólo el 0,1% del PIB). La deuda pública de Alemania se encuentra en la actualidad próxima al entorno del 80% de su PIB. En 1995 suponía el 54,6%.
3º: Si analizamos el caso de la tercera economía de la Eurozona, Italia, observamos nuevamente que al menos desde el año 1995, su resultado presupuestario ha sido deficitario en todos y cada uno de los años representados en su correspondiente gráfico. Durante al menos los últimos veinte años Italia no ha logrado un solo superávit fiscal. Si su deuda pública ya alcanzaba el 116,9% de su PIB en 1995, en la actualidad se sitúa alrededor del 130%.
4º: Si atendemos a la cuarta economía de la Zona euro, España, se verifica otra vez que los superávits públicos de los estados europeos son excepcionales. Es cierto que en el caso español se consiguieron tres superávits en el periodo 2005-2007. Por el contrario, en los diez años anteriores a dicho intervalo se anotaron nueve déficits públicos. Súmese a ello que todas las previsiones indican que la nueva serie de déficits iniciada en 2008 concluirá una década más tarde, en el año 2018. La deuda pública española roza el 100% del PIB actualmente. En 1995 anotaba el 61,7%.