Nunca dejo de sorprenderme. La última vez, este domingo tras ver Salvados. Andaba yo igual que media España angustiado -mediatizado- por el posible colapso del sistema de pensiones. Pensando en el delicado estado de las cuentas de la Seguridad Social. Aturdido por asuntos de esta y otras índoles cuando de repente un abogado laboralista entrevistado por Jordi Évole indicaba que la empresa Mercadona no cotiza por contingencias comunes a la Seguridad Social. ¡Bomba! Y que no lo hace porque se encuentra acogida a una modalidad de “autoseguro”, por medio de la cual el abono de las prestaciones económicas pasa a ser de su responsabilidad en las situaciones derivadas de la incapacidad temporal de sus trabajadores – enfermedad, accidente, etc…-
Sepamos que la normativa de la Seguridad Social no lo denomina “autoseguro”, sino colaboración de las empresas en la gestión del Régimen General de la Seguridad Social, barnizando la administración con dicha terminología -“colaboración”- lo que en la práctica supone una modalidad de contribución que libera a la empresa de su obligación original de cotizar, siempre y cuando cumpla una serie de requisitos como; superar los 250 trabajadores, tener disponible un fondo destinado a la cobertura de las contingencias, solicitar a la autoridad laboral su inclusión en el régimen… entre otras de las cuestiones exigidas.
Pero de este asunto no solo me sorprende que tan solo una determinada tipología de empresa, la de más de 250 trabajadores, sea la que pueda acogerse a esta modalidad, sino que precisamente sea esta tipología de empresa, la de mayor tamaño y por consiguiente la que mayor contribución a las arcas comunes puede destinar, la que disponga de la posibilidad de renunciar a contribuir solidariamente con el sostenimiento de la asistencia sanitaria o la cobertura de prestaciones sociales.
¿Cuántos millones de euros deja de aportar cada año Mercadona a la Seguridad Social por su privilegiada modalidad de contribución? ¿Cómo es posible que la administración conceda este tipo de autorizaciones dado el catastrófico y deficitario estado que cada nuevo año caracteriza a los presupuestos de la Seguridad Social? ¿Es o no es una casualidad que Mercadona tenga un índice de absentismo casi cuatro veces menor que la media nacional? Ahora piense bien la respuesta y considere a su vez si en su caso -a diferencia del de Mercadona- un clima extraño y misterioso le atrapa cada vez que escucha o ve escrita la palabra “colaboración”.
(Actualización: Vídeo: «Así se forra Mercadona a costa de nuestras pensiones»)
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Nada me sorprende de Mercadona, hace muchos años que sé de estas y de otras tropelías. Con todo, lo que más me impresiona es el síndrome de Estocolmo que padecen sus empleados, aunque donde reina la barbarie -cada día que pasa más bárbara- y el desentendimiento de los derechos de las personas por parte de los gobiernos, suele suceder ese tipo de cosa: los empleados se identifican con «el dios» que, al menos, les da de comer.
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De alguna de estas cosas, y de alguna otra, escriben en este artículo, con ya más de cuatro años de antigüedad.
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https://lenguacandeal.wordpress.com/2012/08/19/juan-roig-tiene-pesadillas-con-el-de-marinaleda/
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Si un empleado de mercadona está de baja y es despedido a los dos meses, y tras un juicio sigue estando de baja
?donde debe entregar los partes de baja?
Vergonzoso
No es que sea yo defensora de Mercadona por sus prácticas, ni mucho menos. Soy una opositora que debe estudiar toda la normativa reguladora de la seguridad social.
Resulta que nunca he entendido como puede haber empresas que se acojan a este régimen. Si, no hacen su aportación de contingencias comunes, pero deben disponer de instalaciones para prestar asistencia sanitaria (excepto cirugías) deben costear las incapacidades temporales (las bajas médicas, vaya. Duren lo que duren.) además deben realizar aportaciones a los servicios comunes de un 31%. Los excedentes los deben destinar a fondos de la seguridad social… en fin, una serie de requisitos que nunca he entendido como puede salir a cuenta, sinceramente.
Ahora bien, convencida estoy de que debe aportarles algo, si no, las grandes empresas no lo harían.
Pero vamos, que tal y como lo pintáis parece que es un timo a todas luces y, sinceramente, a mi, estudiando lo que he estudiado, nunca me lo ha parecido.