Las entidades de crédito españolas cerraron el ejercicio 2013 con una tasa de mora del 13,62% como resultado del reconocimiento de 197.199 millones de euros de créditos dudosos sobre una cifra total de crédito vivo de 1,4 billones de euros.
En 2012, el porcentaje de morosidad bancaria alcanzaba el 10,43% y los créditos dudosos ascendían a 167.468 millones de euros sobre un importe total de 1,6 billones de euros.
Por lo tanto, en el periodo de un año, la morosidad financiera se ha incrementado en casi tres puntos porcentuales, el crédito vivo se ha contraído en más de 150.000 millones de euros y los créditos dudosos (incluidos los morosos) han aumentado en casi 30.000 millones de euros.
De los 197.199 millones de créditos de dudoso cobro, 146.052 millones estaban afectos a la financiación de actividades productivas (el 74,1%), recibiendo una cantidad de 49.424 millones de euros la consideración de créditos dudosos relativos a la financiación de hogares (el 25,1%).
No obstante, atendiendo al destino del crédito por finalidades, las actividades productivas absorbieron el 47,5% (688.397 millones de euros) de la cuantía de crédito total, mientras que el 49,4% fue asignado a la financiación de hogares (714.984 millones de euros).
Por lo tanto, las tasas de morosidad correspondientes a las actividades productivas y de hogares ascendieron a unos porcentajes del 21,2% y 6,9%, respectivamente.
En términos desagregados, la morosidad de las actividades inmobiliarias alcanzó la mayor tasa de mora de las distintas actividades productivas (38%), seguida por la correspondiente a la del sector de la construcción (34,3%) y la de la hostelería (23,2%). El comercio, la agricultura y ganadería, la industria, otros servicios, y transportes y comunicaciones registraron tasas superiores al 10% tal y como se observa en el gráfico inicial. La intermediación financiera, por su parte, marcó una tasa del 4,8%.
Por el contrario, dentro de la financiación destinada a los hogares, la tasa de morosidad relativa a la adquisición de vivienda se cuantificó en el 6%, es decir, que de los 580.784 millones de euros destinados a la financiación de vivienda, 34.590 millones de euros tenían al cierre de 2013 la consideración de crédito dudoso.
Respecto a la tasa de mora del 38% alcanzada por las actividades inmobiliarias (67.190 millones de euros de créditos dudosos sobre una cifra de 176.822 millones de crédito vivo) cabe destacar el notable aumento experimentado por dicho ratio respecto al del ejercicio anterior, cuando tras la inyección de liquidez europea, la mora de las actividades inmobiliarias se cuantificaba en el 29,1% (65.082 millones de créditos dudosos sobre 224.015 millones de crédito concedido al sector).