El gap en la evolución de los precios de la economía de España frente a la Eurozona alcanzó en el primer trimestre de 2014 el mayor diferencial de los últimos siete años con un registro del -1,5%, evidenciando la plena vigencia del proceso de devaluación interna en el que se sume el contexto económico y social de España.

Tal y como ya indicamos en este mismo blog de economía y análisis gráfico hace escasos días, la variación interanual del deflactor del PIB en España reflejó un valor del -0,6% a comienzos de 2014, mostrando una evolución de los precios negativa que por el momento no tiene lugar en Europa, donde el 0,9% consignado a principios de año revela una inflación moderada y decreciente.

Aunque no se trata del primer dato deflacionario de la economía española desde el comienzo de la crisis, lo cierto es que este nuevo ahondamiento de los precios en España pone de relieve la continuidad del proceso de devaluación interna, cuestión que también en su momento analizamos en el blog, en relación a la evolución tanto de precios como de salarios y costes laborales en un buen número de determinados países europeos, incluidos España, Grecia o Alemania.

Otro de los aspectos que también refleja con gran precisión el gráfico inicial es el positivo diferencial que de forma constante mantuvieron los precios españoles frente a los de Europa.

En los años del final de la burbuja económica de España, entre 2004 y 2006, la variación interanual del valor conjunto de los bienes y servicios españoles alcanzó entornos superiores al 4%, mientras que en Europa la inflación se ubicó alrededor del 2%.

Fue en el tercer trimestre de 2006 cuando se registró el mayor diferencial positivo de la serie mostrada en el gráfico (2,5%) y justo a partir de ese momento comenzó a reducirse el diferencial de inflación.

En el momento de la inversión del diferencial de inflación desde valores positivos hacia otros negativos, cabría decir que comenzó realmente el proceso de devaluación interna de la economía española. Y ese momento se concretó en el último trimestre de 2008. Han transcurrido, por lo tanto, siete años y tres meses ya.

Por otro lado, este fenómeno macroeconómico no sólo deja translucir cómo y en qué condiciones está atravesando la crisis económica España.

Al mismo tiempo también cuestiona una parte de las propias proyecciones institucionales. Según el Programa de Estabilidad 2014-2017 elaborado por el Ministerio de Economía y Competitividad de España, el deflactor del PIB debería variar un 0,5% al término del año 2014.

Ha transcurrido solo un trimestre, es cierto, pero el dato reflejado y la evolución del proceso de devaluación impiden contemplar con optimismo la materialización de un objetivo tan devaluado y poco ambicioso como lo es un deflactor del PIB del 0,5%.