Centramos en ocasiones el debate en torno a las posibles similitudes existentes entre determinadas economías europeas. Y establecemos los paralelismos más recurrentes entre las economías de España, Grecia o Alemania, ¿no es cierto? Comparemos pues, en estos tres países, la variable económica representada en el gráfico inicial: el nivel de ingresos públicos.

Evidentemente, si los ingresos de carácter público y anual superan en Alemania el billón de euros (1,25 billones en 2013), mientras que los de España y Grecia caen por debajo del medio billón o incluso de la décima de billón (0,39 y 0,09 billones, respectivamente), esto tiene, en parte, una sencilla explicación, y no es otra que la distinta composición, tanto demográfica como económica, que define a cada uno de estos tres estados europeos (nótese que el país germano tiene una población superior a los 82 millones de personas, muy por encima, por tanto, de la población helena, que apenas suma 11 millones). Luego Alemania no es ni Grecia ni España.

Pero, ¿y si homogeneizamos los ingresos y los calculamos en términos per cápita?

Ingresos Públicos Per Cápita. Europeos

En este nuevo escenario vuelve a hacerse patente que Alemania no es ni Grecia ni España. Sin embargo, ¿no se observa ahora una estrecha similitud entre Grecia y España? Los ingresos públicos per cápita de Alemania superan los 15.000 euros anuales, mientras que los de Grecia y España se encuentran totalmente vinculados entre los 8.500 y los 7.500 euros…

El análisis, no de los ingresos, sino de los gastos públicos per cápita refuerza aún más esta conclusión: Alemania gasta 15.182 euros anuales por ciudadano, Francia 18.413 euros y países nórdicos como Suecia presentan un gasto per cápita de hasta 24.336 euros. Algo más abajo, alcanzando ya el sur, los gastos públicos por ciudadano de Grecia y España descienden hasta los 9.766 y 9.946 euros anuales, respectivamente. Una diferencia de 180 euros para apostar si Grecia es España, o no, en la actualidad.