Se titula “Y al fracaso se sumó el deshonor” y ha sido publicado el 10 de noviembre de 2017 en el diario El Mundo. Se trata del último ejemplo de editorial incendiario aparecido en uno de los principales medios de comunicación de España -en términos de audiencia- y, por desgracia, no será el último en torno al conflicto independentista de España con Cataluña.
Referencia paradigmática de la antítesis de todo editorial que se caracterice por el empleo de un vocabulario moderado y templado desde el punto de vista ideológico defendido por los propietarios del medio, cabría preguntarse si mediante el vertido de opiniones editoriales tan extremas, el diario El Mundo estaría legitimado para cuestionar, a través de sus contenidos informativos, aspectos tales como el “adoctrinamiento”, o la “agitación social”.
Así se incendia España mediáticamente a través de un editorial de 470 palabras, cuyo título pretende desvirtuar y ridiculizar la posición de Carme Forcadell, actual presidenta del Parlamento de Cataluña, y de las cuales al menos once de dichas palabras contribuyen a enervar radical, e irresponsablemente, la opinión pública de la sociedad, en un momento en el que la calma y la templanza se encuentran ya sin rubor alguno, totalmente fuera del terreno de juego.
1 y 2- Cinismo y demagogos. “Incluso el cinismo de los peores demagogos debería tener un límite”.
3- Fanatizados. “Debería limitar al menos con la fe de sus seguidores más fanatizados”
4- Hipocresía. “Su hipocresía es tan ancha que en ella cabe la arenga callejera”
5- Odio. “La misma que alentó siempre el odio a una España que desconoce”
6- Indignidad. “No cabe mayor demostración de indignidad”
7- Mentira. “Cae el telón de una gran mentira”
8- Cobardía. “Ni el cinismo ni la cobardía ni la pérdida del sentido de la realidad constituyen atenuantes en el caso que se juzga”
9- Matonismo. “Ni el éxodo empresarial, ni la persecución política, ni el matonismo sindical revisten carácter simbólico”
10- Insensata. “Ni siquiera han sabido sostener su insensata posición con un mínimo de coraje”
11- Deshonor. “Al fracaso acaban de añadir el deshonor”
Hiel y vinagre corre por la sangre de la derecha española y latinoamericana.
¿Y a cuántos de los paniaguados que hoy abogan por el diálogo como solución, desde un discurso ampuloso y vacuo que incurre en la habitual banalidad política equidistante, calculada para reforzar lugares comunes e insustanciales, se les oyó bramar cuando en los pactos poselectorales los medios en su totalidad nos decían que no daban los números para un gobierno progresista PSOE-Podemos a la portuguesa, por cierto un éxito tanto económico como electoral, por la sencilla razón de que era tabú sentarse a hablar con los nacionalistas catalanes para pedirles su abstención, lo que podría haber sido una buena idea para tratar de evitar a lo que hemos llegado, la represión brutal jaleada desde los balcones ultranacionalistas rojigualda, pero condenada en Europa y la prensa internacional?
¿Alguien ha oído hablar en toda esta jauría de semanas y antidisturbios, finalmente monjiles, el debate del federalismo y la reforma constitucional pertinente, siempre bloqueada por el tándem PP-PSOE con la bendición de la gran prensa y televisión nacionales?
Suelen ser los mismos que fomentan la histeria en las redes con las reiteradas fotos de los niños muertos en las Ramblas, pero luego les hablan de los niños palestinos y se ponen despreciativamente estetas.
Un país uninacional, de una sola nación: la de los listísimos. Tanto como manipuladores -incluso expertos en refinada tortura psicológica y ambigüedad, lectores profusos de El País- como manipulados.
http://enrealidado.blogspot.com.es/
Totalmente de acuerdo con Ud. Sr. Zenón de Pelea, mejor no se puede explicar. Con su permiso lo copio y lo pego en mi fb. Gracias por poner algo de racionalidad y lucidez en este debate.
Estoy de acuerdo en que la creación de historietas y contenidos baratos de los medios juegan un papel muy importante para manipular a su antojo la opinión pública. Mi decepción por ElMundo, ElConfidencial y ElPaís ha llegado a tal grado que no leo y he dejado de comprar sus periodicuchos, y para ser sincero, estoy registrado en todos, porque me gusta informarme y opinar. Mis comentarios, al ser críticos a algunas publicaciones como la «inminente injerencia Rusa en el desmadre catalán» y los tentáculos putinescos, han sido borrados de inmediato.