Jóvenes suficientemente formados pero remunerados conforme al Salario Mínimo Interprofesional -655,2 euros brutos mensuales-. Que no generan carga alguna en las cuotas empresariales –reducción del 100%– de obligado ingreso a la Seguridad Social. Y a ser posible con la consideración de “eternos aprendices” hasta alcanzar los 30 años de edad siempre y cuando la tasa de paro permanezca por encima del 15%. Ok, sin problemas. Dicho y hecho.
Estas fueron algunas de las pretensiones de la reforma laboral y así se materializaron finalmente en el Real Decreto-ley 3/2012, entre otras normas jurídicas. Precisamente por eso, unos cuantos años más tarde aún se siguen notando sus contraproducentes consecuencias, perfectamente observables en el gráfico inicial.
Véase cómo las modalidades de “formación y prácticas” registraron un aumento de trabajadores en alta al Régimen General de la Seguridad Social del 24,2% en el año 2015 sin que ningún otro aumento, en términos interanuales comparativamente similares, se produjese. Ni con trabajadores con contrato de modalidad temporal a jornada completa -aumento del 9,5%-, ni qué decir con trabajadores con contrato indefinido a jornada completa, cuyo escasísimo aumento del 2,1% fue el menor de todas las tipologías contractuales.
Y es ahora cuando debieran venir en cascada todas y cada una de las siguientes preguntas: ¿acaso no creció la economía española a un ritmo superior al 3% en el año 2015? Efectivamente, así fue. Entonces, ¿es que acaso pudo lograrse este aumento gracias a la contratación de jóvenes remunerados conforme al Salario Mínimo Interprofesional, en lugar de mediante la contratación de trabajadores experimentados y profesionales?
Hace una semana ya lo indicamos precisamente en este mismo blog. En 2015 se realizaron más de 167 millones de horas extraordinarias ilegales. Récord histórico. Atentos: récord no de ingresos del sector turístico español. Récord histórico de horas ilegales contabilizadas por la EPA y que una parte del sector empresarial no pagó a un sinfín de trabajadores españoles. ¿Acaso podrían haber realizado los jóvenes contratados bajo la modalidad “formación y aprendizaje” una jornada laboral de trabajo efectivo superior al 75% y 85%, infringiendo los máximos que dicha modalidad contractual establece?
Vaya, vaya. Que nadie se extrañe si cada vez un desprecio más hondo por todo lo que representa el sistema laboral español queda impregnado sin remisión, habida cuenta de los despreciables fundamentos económicos con los que hoy se pretende reconstruir esta, tan actualmente discutida, nación.
Parece que por fin empiezan a explicarse las cosas como dios manda. All right!!!!!!
Ya esta aquí la recuperación economica, estos son los resultados de las reformas laborales del PPSOE, trabajo precario, temporalidad y sueldos de subsistencia, en las siguientes elecciones que los ciudadanos de este país les vuelvan a votar hasta que acabemos como los griegos.
En diciembre de 2015 se registraron 1.487.057 contratos temporales en España (el 93% de todos los contratos). Entre ellos, se hallan los contratos de prácticas y formación que tan sólo representan un 1,5% de los mismos (eran el 1,3% en 2007). Los contratos de obra y servicio y eventuales por circunstancias de la producción son el 89% del total (suponían el 88% antes de la crisis). Por lo tanto, las tasas de variación que ofrece este artículo habría que contextualizarlas. Si se cuenta con 202.848 contratos temporales más respecto al mismo periodo de 2014, sólo 4.187 lo fueron de formación y prácticas (el 2%), mientras que 182.324, la mayoría, lo fueron de obra y servicio o por circunstancias de la producción (90%). Por otro lado, el peso de los contratos indefinidos sobre el total de la contratación era del 11% en 2007 y a finales de 2015 ha bajado hasta el 7% (107.858). En el último año crecieron este tipo de contratos un 8% (alrededor de 8.000 más).
Luigi, dos matices muy importantes. En este artículo analizamos la variación de la composición contractual de los afiliados al Régimen General de la Seguridad Social entre 2015 y 2014. No la cantidad y la calidad de los contratos realizados en un momento dado. Eso es algo radicalmente diferente. Lo que has de tener en cuenta es que el gráfico da respuesta a la siguiente pregunta: ¿Cuántos trabajadores más con contrato indefinido, temporal o prácticas hubo en 2015 con respecto a 2014? Y ahí lo tienes en términos porcentuales. Que no en absolutos, es cierto, pero créenos que en este último último sentido las conclusiones son también relevantes. Muy relevantes. El segundo matiz: no se han de confundir contratos formativos con temporales, porque aunque los primeros también están limitados en el tiempo obedecen a finalidades distintas. Por cierto, ¿crees que un periodo de 3 años es tiempo más que suficiente para formar a alguien? Cordiales saludos
Buenas noches, aporté datos complementarios sobre contratación, no sobre ocupados u afiliados como los que se presentaron aquí. Por otra parte, la clasificación de los contratos según el Servicio Público de Empleo incluye dentro de los contratos temporales a las modalidades de formación y prácticas. Pero, más allá de las categorías del SEPE o de la Seguridad Social, si se analizan las estadísticas entre diciembre de 2015 y 2014 (a último día de mes), se observa que el número de afiliados a la Seguridad Social aumentó en más de 528.000 personas. De esa cifra el 10% corresponde a afiliados con contratos de formación y prácticas (más de 52.000), el 44% a afiliados con contratos temporales (más de 234.000 personas), el 35% a personas con contratos indefinidos (más de 182.000) y el 7% a trabajadores autónomos (más de 39.000). Claro que son mejorables las condiciones de las personas que son contratadas en las modalidades de formación o de prácticas (tres años me da para hacerte un verdadero sabio en tu trabajo, jejeje) y dependiendo de cómo se concrete esa relación contractual, puede que incrementar esos contratos no sea tan negativo, sino que ayudaría a reducir la tasa de paro juvenil. De cualquier manera, al examinar los datos absolutos se observa que no son esas modalidades las que han determinado en mayor medida la creación del empleo en el último año. Por otro lado, la baja proporción del empleo autónomo nuevo me parece preocupante, quizás necesite de una reflexión en este blog. Un abrazo.