La descripción de la secuencia que viene a continuación no es un ejercicio periodístico de normalización de la homosexualidad. Ni mucho menos.
Situémonos en el contexto: Se acaba de hacer pública una carta supuestamente escrita por un futbolista gay de la Premier. Nombre: desconocido.
En dicha carta se aducen un sinfín de razones para no salir del armario. El sueño de todo retrógrado. Por ejemplo: «Vivir así todos los días es una absoluta pesadilla y temo que decir la verdad sobre quién soy sólo empeore las cosas». O: «No me siento preparado para compartirlo». O «Mi cabeza siempre dice lo mismo. Tengo la suerte de ganar un buen sueldo. Tengo un buen coche, un armario lleno de ropa de diseño y puedo permitirme comprar todo lo que quiero» (así que mejor seguir en el armario,claro).
Lo más desconcertante, sin embargo, y más allá del contenido de esta misteriosa carta, es la arquitectura empleada para construir la noticia en uno de los informativos de mayor audiencia en España. Veamos la secuencia con detalle:
1. Experto: Sienten que están en una cárcel. Atrapados entre cuatro paredes y que no pueden salir. De hecho es que hay veces que no hay ni puerta.
2. Periodista: No hay salida y piensan en las consecuencias.
3. Vídeo: Hombre gritando con una actitud extremadamente agresiva: “¡Muévete, maldito maricón”!
4. Experto: Toda la afición rival va a tratar de desconcentrarle, utilizando algo que para él es su propia identidad.
5. Pie de la declaración: «La afición rival podría increparle».
6. Periodista: Les afectaría gravemente a su confianza y podrían perder todo lo conseguido.
7. Experto: “¿Me quitarán un contrato? ¿Podré seguir jugando?» La persona se siente completamente sola y extraña.
8. Periodista: Quizá por eso, el inglés Thomas Beattie y el alemán Thomas Hitzlsperger hicieron pública su homosexualidad tras retirarse.
9. Vídeo: El futbolista Thomas Hitzlsperger declarando: “Quiero vivir con un hombre, pero no he necesitado contarlo hasta ahora».
10. Pie del vídeo: «No necesitó contarlo antes».
11. Periodista: A inicios de los años 90 fue Justin Fashanu el primer futbolista en dar el paso. Años después terminó suicidándose y su sobrina creó una fundación con su nombre.
Esto es todo. Y no debería haber más palabras.
Pero, ¿por qué no es un ejercicio periodístico de normalización de la homosexualidad, sino todo lo contrario?
En primer lugar, porque no «todos» los futbolistas homosexuales sienten que están en una cárcel. O al menos no «todos» lo deberían sentir en un estado, una sociedad y unos medios de comunicación que se declaran abiertamente en contra de la homofobia.
En segundo lugar, porque de la misma forma que se puede argumentar que no hay salida, se puede argumentar que sí hay salida, empleando todo tipo de recursos periodísticos, como declaraciones de expertos, ejemplos positivos, etc…
En tercer lugar, porque no «toda» la sociedad reacciona insultando a los homosexuales que salen del armario.
En cuarto lugar, porque no «todas» las aficiones actuarían de manera homófoba.
En quinto lugar, porque existen mecanismos legales para sancionar la homofobia así como recursos para exigir su aplicación.
En sexto lugar, porque ser objeto de insultos no necesariamente ha de afectar de manera grave, hasta el punto de perderlo «todo».
En séptimo lugar, porque declarar la homosexualidad de manera pública no tiene por qué conllevar la pérdida de ningún derecho o contrato.
En octavo lugar, porque aunque algún futbolista reconocido optara por anunciarlo tras retirarse, no necesariamente tienen que actuar así «todos» los que se encuentran ahora en activo.
En noveno lugar, porque aunque algunos pudieran no haber tenido, supuestamente, la necesidad de contarlo antes, esa no tendría por qué ser la actitud y la decisión generalizada de «todos».
En décimo lugar, porque la noticia es una contradicción tras otra destinada a clandestinizar la homosexualidad. ¿Los futbolistas mencionados declararon que no necesitaban contarlo, y, al mismo tiempo, quizás lo postergaron por no perder sus contratos? ¿Qué sociedad avanzada, libre, no homófoba… suspende contratos a quien se declara homosexual?
Y en úndecimo lugar, porque insinuar o vincular la salida del armario con el suicidio constituye un ejercicio malsano de la responsabilidad periodística.