Según los últimos datos publicados por el INE, el número de compraventas de viviendas realizadas en España descendió un 11,3% en 2012, tras cerrar el ejercicio con una cifra de 319.085 operaciones.
Este nuevo descenso anual, el cuarto que se produce en el periodo 2007-2012, pone de manifiesto la escasa capacidad que la medida anunciada en julio de 2012 – eliminación de la deducción fiscal por la compra de vivienda habitual a partir de 2013- tuvo como fórmula de reactivación en el sector.
Las compraventas de viviendas de segunda mano han ido perdiendo relevancia frente a las de vivienda nueva en la estructura del sector, al oscilar desde una importancia del 58% en 2007, a otra del 50% a la finalización de 2012.
En relación a la tendencia estructural de las operaciones clasificadas entre viviendas libres y protegidas, la variación evolutiva ha sido menor, ya que la cuota de estas últimas tan solo ha aumentado su respectiva porción desde un 9% en 2007 hasta un 12% en 2012.
En términos de variaciones interanuales, el descenso de las operaciones de vivienda protegida a lo largo del periodo 2007-2012 ha sido más algo más moderado (-43%) que el de las de vivienda libre (-60%), mientras que el de las compraventas de vivienda nueva ha registrado una caída (-52%) algo menor que la anotada por las de segunda mano (-64%).
Tras cinco años de ciclo recesivo en el sector, solamente en uno de ellos, en 2010, se experimentó una variación positiva interanual, del 6,3%. La fórmula que se utilizó también consistió en amenazar con la eliminación de la deducción fiscal por compra de vivienda habitual, deducción que un año más tarde, a finales de 2011, Mariano Rajoy volvería a recuperar, para mantenerla durante solo un año más.
Gran imaginación, por lo tanto, en un sector, que a pesar de su contorsión continúa apareciendo con el mismo aspecto y con el mismo color.