Artículo escrito Por David López Belanche, profesional de las Finanzas y Executive Master in Finance por IE Business School. @LopezBelanche

La reducción de jornada a 35 horas vuelve a estar de actualidad tras la propuesta de Podemos, partido que se ha declarado partidario de esta reducción, y ya han sido muchos los economistas que se han propuesto analizar su viabilidad. Yo no entraré en debates políticos, ya que no es un área de mi competencia, pero sí que voy a intentar hacer una estimación sencilla y comprensible para todos.

En primer lugar, en España ya hay sectores que trabajan 37 horas y media, sobre todo en el sector público. En el sector privado, estamos bastante lejos de esta jornada tipo, aunque las encuestas se empeñen en mostrar lo contrario. La tabla superior, capturada del blog de la entidad financiera Bankinter, muestra las horas trabajadas por semana, y España parece estar un poquito por encima de la media de la Unión. Eso sobre el papel, la realidad es otra.

La realidad es otra porque en España no somos adultos. Parecemos niños. Me explicaré. Me parece perfecto que cualquier trabajador haga horas extras para sacar su trabajo adelante, pero todos conocemos casos, sobre todo en el sector Servicios, de profesionales que hacen horas extras para “aparentar”. Por cierto, horas extras no remuneradas en la mayoría de los casos, pero hay que estar porque sí. Si todos lo hacen, no te vas a marchar a casa antes, aunque hayas terminado tu trabajo en tiempo y forma. Todos conocemos a gente, o somos nosotros mismos quienes lo hacemos. ¿Pero por qué?

La raíz del problema es la precariedad laboral y la arcaica cultura empresarial española, dominada por los temibles “empresaurios”. Si eres un trabajador temporal, te quedas porque así es posible que te renueven. Si eres indefinido, por miedo al despido. He viajado mucho, y puedo decir que ni en el centro o norte de Europa, o incluso en Estados Unidos, sucede algo similar (¡revisen la tabla superior!). Por eso, me río yo de la jornada laboral de 35 horas. En España es inviable. Puede legislarse, pero llevará asociada una rebaja salarial. Rebaja salarial que quizá sufran los de siempre, los trabajadores temporales. Veamos los dos siguientes gráficos, procedentes de la EPA, del INE:

Jornadas Tiempo Completo y Parcial

La primera gráfica muestra la destrucción de 1.500.000 contratos indefinidos a tiempo completo desde 2008. La segunda, indica que se hacen 2.000.000 de contratos temporales a tiempo completo menos desde el 2006. La tendencia es clara, no descubro la rueda: cada vez menos contratos a jornada completa, cada vez menos contratos de 40 horas. Por lo tanto, primera clave: la reducción a 35 horas afectará paulatinamente a menos contratos.

Claro, y a la hora de cuantificar el impacto de la reducción a 35 horas tendremos que tener en cuenta el tipo de contrato. En cuanto se aprobase la reducción de jornada, TODOS (¡TODOS!, no le quepa duda) los contratos temporales a tiempo completo serán sustituidos por nuevos contratos temporales a 35 horas, pero claro, con un salario menor. Será legal, y sucederá. Por lo tanto, en este caso, no habrá impacto para los empresarios, ya que esos contratos serán revisados a la baja. El impacto será para los trabajadores. Segunda clave: los más afectados serán los trabajadores con precariedad laboral.

Donde los empresarios tendrán que aflojar el bolsillo será en los casos de trabajadores con contratos indefinidos a tiempo completo, siempre y cuando no salga más rentable pagar el despido improcedente. El cálculo es sencillo: 9.500.000 trabajadores indefinidos x 26.000 € (salario medio en España en 2014) x 12,5% horas menos trabajadas (de 40 a 35h) = 30 mil millones de euros.

Los empresarios no pagarían esos 30 mil millones de euros: los repercutirán en el precio de sus bienes o servicios, o bien, como intuyo, pagando miserias en los contratos temporales. Tercera clave: Muy posiblemente se aumentaría la desigualdad salarial entre indefinidos y temporales.

Mi conclusión, queridos amigos, es que antes de hacer un cambio legislativo respecto a la jornada laboral, hay que tomar otro tipo de medidas encaminadas a dinamizar la economía y terminar con la precariedad laboral. Porque si el empresario vende más, podrá pagar mejor y no le importará la reducción a 35 horas. Y si el trabajador tiene estabilidad laboral y no tiene miedo crónico al desempleo, no tendrá que vender su trabajo por dos migas de pan. Es decir, 35 horas SÍ, pero cuando la economía se recupere. Mientras tanto, complicado asunto…