Artículo escrito Por David López Belanche, profesional de las Finanzas y Executive Master in Finance por IE Business School. @LopezBelanche

En periodos de crisis, los Bancos Centrales mundiales han utilizado reiteradamente las políticas de bajos intereses para activar la economía. Tiene su lógica, ya que como inversor, si no obtengo casi rendimientos, prefiero gastar. Del mismo modo, si necesito financiación, la tengo a bajo coste y puedo consumir. Se incentiva la demanda, el consumo y la rueda empieza a girar.

Sin embargo, se corre el riesgo de caer en la llamada Trampa de Liquidez. ¿Qué trampa es esta? La teoría económica dice que puede ocurrir lo contrario a lo comentado anteriormente: las personas prefieren conservar todo el dinero antes que invertirlo o gastarlo, esperando mejores tiempos, por lo que las medidas de aumento de la masa monetaria no tienen ningún efecto para dinamizar la economía y las autoridades monetarias no pueden hacer nada para llevar la tasa de interés a un nivel adecuado.

¿Estamos hoy por hoy en una Trampa de Liquidez? Mi opinión es categóricamente negativa. No la hay, precisamente porque no hay liquidez. Al menos para los de siempre, los ciudadanos, ya que los bajos intereses apenas se han transmitido al final de la cadena. Bueno, sí, se han transmitido parcialmente: pregunten a los ahorradores.

En el gráfico que he compuesto, puede verse de forma simplificada el ciclo del capital en España. El BCE regala practicamente el dinero a los Bancos, y sólo en momentos críticos compra Deuda soberana, pero de forma encubierta, ya que el artículo 104 del Tratado de Maastricht  impide que el BCE preste directamente a los Estados (ay esa letra pequeña…): el préstamo tiene que hacerse con intermediarios, la Banca.

Esta ayuda constante al Sistema Bancario tiene como fin fortalecer la solvencia de los Bancos (fortalecer su capital), hecho que se está haciendo a conciencia. Claro, se hizo después del “rescate” o nacionalización de las Cajas quebradas. ¿Por qué no se hizo antes? Ahí dejo la pregunta, por si alguno de ustedes, avispados lectores, me la pueden responder. Pero esa es otra historia…

Después del traspaso de la crisis bancaria a la ciudadanía vía rescate, la Banca hace más negocio que nunca. Los tipos están más bajos que nunca, pero no para los ciudadanos. Mientras la remuneración de los depósitos sí va en consonancia con los tipos actuales (el tipo medio en octubre de 2014 de los depósitos a 12 meses fue del 0,79%), pedir un préstamo, cuando no es imposible, es caro. Es abusivamente caro. Los prestamos personales se dan de media a un 9,87% TAE, y los hipotecarios a un 3,10% TAE. Y ni se le ocurra pedir una tarjeta de crédito o revolving que será su ruina… Caray, ¡así también hago yo negocio!

Por lo tanto, y resumiendo sobre la Trampa de Liquidez: ¿Liquidez, sí, pero para quién?