Ese punto en el que se cortan las tendencias de deuda pública en % del PIB de España y Alemania se produce en algún momento de los años 2011 y 2012, timing exacto de la reforma constitucional realizada en España, aquella por la cual quedó sellado en el ordenamiento jurídico español el principio de estabilidad presupuestaria, el volumen de deuda pública máximo permitido -del 60% del PIB, según el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea- o la consideración de los pagos de intereses de deuda como prioritarios frente a cualesquiera otros.
Por esa misma razón, llama poderosamente la atención que de uno a otro año, de 2011 a 2012, la deuda pública de España se disparara en 15,3 puntos porcentuales, del 69,2% al 84,4%, al tiempo que en Alemania tan solo repuntase 1,4 puntos -aumentando del 77,9% al 79,3%-, precisamente porque ante la constatación de estas divergentes tendencias podríamos llegar a la conclusión de que quien pareciera que hubiera realizado una reforma constitucional hubiera sido Alemania y no España.
Pero hay más, porque si nos circunscribimos a lo sucedido con posterioridad, en 2015 se observa que la deuda pública de Alemania se sitúa en el 70,7%, mientras que la de España se encuentra en el 98,6%, una realidad que las perspectivas económicas manejadas por el Fondo Monetario Internacional terminan por caricaturizar de forma singular al proyectar unos volúmenes de deuda pública en Alemania y España del 57,9% y el 94,2% para el año 2020, respectivamente.
Aumentar 0,2 puntos en 2016, y reducirse en 0,5, 0,9, 1,6 y 1,7 puntos cada año hasta el 2020. Eso es lo que hará la deuda pública de España según el FMI, y, atención, en contra de sus propios protocolos de corrección, los cuales establecen un ritmo de reducción anual superior a los 2 puntos porcentuales siempre y cuando el ritmo de crecimiento del PIB también sea superior a los dos puntos porcentuales. Seguramente España no crecerá a ese ritmo. Pero, ¿saben qué? Alemania tampoco. Y sin embargo su ritmo de ajuste será, también según el FMI, de 2,5, 2,4, 2,5, 2,9 y 2,6 puntos anuales hasta el año 2020.
Si la política económica te la diseñan desde fuera, no va a ser para perder ellos ¿ no? Pues eso, blanco y en botella.
Saludos.