Artículo escrito Por David López Belanche, profesional de las Finanzas y Executive Master in Finance por IE Business School. @LopezBelanche

La caída del precio del petróleo parece no tener fin. El día de Nochebuena cerró a 60 dólares, lo que representa una caída de casi el 50% desde el pasado mes de julio. Mucho se puede discutir sobre las razones. Hay quien dice que es el principio del fin de los hidrocarburos actuales y que las renovables y sobre todo, el hidrógeno, son el futuro. Otros dicen que las razones son políticas, enrevesados intereses regionales o incluso globales. Yo como tantos, pienso que la combinación de los dos factores han convergido en la tormenta perfecta, y el futuro se presenta incierto. Incierto porque ni se sabe cuándo terminará la caída ni cómo.

En los últimos meses hemos asistido a importantes noticias en cuanto a la energía del futuro. Es curioso como estas noticias han sido muy poco difundidas por los medios de comunicación, dada su trascendencia. Tesla, por ejemplo, anunció hace unos meses la construcción de una megafábrica de baterías para coches eléctricos, en una decisión clave para el futuro de este sector de la automoción. En la misma línea, Toyota lanzó hace unas semanas su nuevo modelo propulsado por una pila de hidrogeno. El Toyota Mirai (Mirai, futuro en japonés) no llegará a Europa hasta finales de 2015, y en España se prevé su llegada en 2017. Por su tubo de escape sólo saldrá vapor de agua. Parece ser que algo se está moviendo en el sector automovilístico, quizá por la previsible escasez del petróleo en el futuro cercano.

Sin embargo, los analistas consideran que la principal razón de esta depreciación es la tensión geopolítica en Oriente Próximo. No ya por posibles tambores de guerra, que no se esperan de momento, sino por el duelo estratégico entre Arabia Saudita e Irán, enemigos irreconciliables.

Balanza Presupuestaria Países Precio Petróleo

Tengamos en cuenta que los países productores de petróleo tienen una dependencia total de su precio para cuadrar sus presupuestos nacionales. Hace un par de meses, el WSJ publicó un interesante estudio sobre el precio que necesitan los países de la OPEP para cuadrar sus presupuestos, y claramente, Irán y Venezuela son los más afectados. Arabia Saudí puede aguantar un tiempo con estos precios, pero claramente el daño para su rival iraní puede ser devastador. No se nombra a Rusia, ya que no pertenece a la OPEP, pero la tormenta de las últimas semanas, con depreciación al minuto del rublo, puede ampliarse si continuamos con estos precios, ya que el mismísimo Vladimir Putin firmó los presupuestos del 2015 estimando un precio de 100$… Debe estar temblando…

Los grandes beneficiados de este “Juego de Tronos Petrolero” somos los importadores, de hecho, los señores Rajoy, Montoro y De Guindos deben de estar rezando para que esta situación se alargue sine die, ya que los Presupuestos Generales del Estado de 2015 se confeccionaron estimando un precio medio de 104,1$. A nivel nacional, claro está, parece que el fantasma de la deflación ya no  tiene la importancia suprema que tenía no hace mucho: prefieren deflación a déficit. Peligrosa preferencia… Además, ¿por qué no cambiar nuestro mapa energético? Algún día tendrá que cambiar… España sería líder en energía solar, si quisiera, pero se penaliza el autoconsumo.

Estoy seguro de que el Gobierno que entienda la necesidad de eliminar la dependencia energética y favorezca de forma decidida las energías renovables, habrá hecho el mayor favor que nunca un Gobierno haya hecho por nuestro país. Pero claro, los sillones en los Consejos de Administración de las energéticas son muy apetecibles… Qué pena…