En contraste con el sorprendentemente benevolente discurso de presentación del Estudio Económico sobre España 2014 publicado por la OCDE, hoy queremos mostrar en el blog cuál es la verdadera “senda de la recuperación” española.

Para ello, hemos elaborado un gráfico con datos sobre empleos equivalentes a jornada completa procedentes del Instituto Nacional de Estadística (INE), al objeto de reflejar mediante un enfoque macroeconómico vinculado al mercado laboral, la evolución del número total de empleos en España durante los últimos seis años.

Según se observa en dicho gráfico, la cifra máxima de empleo en España se alcanzó en el primer trimestre de 2008 -cuando la crisis aún se encontraba en una fase incipiente- con 17 millones de trabajos equivalentes a jornada completa.

Dado que más de cinco de años después -en el segundo trimestre de 2013- el número de trabajos a jornada completa tocó mínimos (13,5 millones), la estimación de la destrucción de empleo en España para este periodo se cuantificó en 3,5 millones de trabajos equivalentes a jornada completa.

En la actualidad, y con los datos disponibles hasta el presente, el número de empleos equivalentes a jornada completa ha ascendido desde el segundo trimestre de 2013 en 165.000 personas.

De modo que en el periodo de un año comprendido entre los segundos trimestres de 2013 y 2014 se ha recuperado el 4,7% de los trabajos suprimidos durante la fase de destrucción de empleo.

A este ridículo ritmo, que se refleja en el gráfico inicial y que para la OCDE “genera confianza en los mercados y en la sociedad”, la recuperación del nivel de los 17 millones de empleos equivalentes a jornada completa referentes a 2008 se produciría por completo en el año 2035, es decir, más de 20 años después.

Y si el verdadero objetivo económico –y social- de España consistiese en erradicar por completo la actual cifra de paro registrado, 4,4 millones de personas en agosto de 2014, esa irrealidad denominada “pleno empleo” resucitaría 26 años después, en el año 2041.

“España, en la vergonzosa senda de la recuperación”, así fue como no tituló su último estudio económico sobre España la OCDE.