Llevo un mes, aproximadamente, trabajando para un proyecto en Inglaterra. Como no podía ser de otra forma, y con el oportunismo que me caracteriza, llegué justo la semana en la que se iba a tomar una decisión histórica para los ingleses (y no ingleses); se decidía si Inglaterra dejaba de formar parte de la Unión Europea.

Todas las encuestas daban por seguro que iba a salir el NO (en España las encuestas también acertaron bastante…). Sin embargo, y contra todo pronóstico, después de que 33 millones y medio de personas votaran, y con un 52% de votos a favor, el BREXIT fue la opción elegida.

La verdad es que aquí donde estoy (dos pueblecitos al norte de Londres), tampoco he visto que esta decisión eclipsara la vida de los locales. Sí que es cierto que veía coches con banderas de Inglaterra colocadas a modo de coche oficial, pero creo que era más por el mundial de fútbol que se estaba celebrando en ese momento que por apoyo al Brexit.

Aquí me he encontrado opiniones de todos los tipos, aunque he de decir que la mayoría de las personas que se han decantado por la opción del Brexit eran gente de edad más avanzada.

No obstante, nadie realmente ha sabido explicarme concretamente cuáles van a ser las consecuencias de esta decisión, lo cual me crea cierto temor en cuanto a la consistencia de los votos, ¿la gente sabe realmente lo que ha votado, sean de un lado u otro?

Por este motivo y aprovechando mi estancia en tierras anglosajonas, me he dedicado a leer prensa inglesa y artículos de opinión que hablaran sobre el tema, por aquello de comparar la información con la prensa española (un buen contraste es la mejor fuente de información posible).

Así que vamos a ello…

¿Qué consecuencias puede conllevar el BREXIT y cómo va a ser el proceso en los próximos meses/años?

  1. División en Inglaterra, y no sólo en Inglaterra

No cabe duda alguna de que el referéndum ha dividido no sólo el país, sino la isla entera. Londres votó a favor de permanecer en la UE, pero no sólo Londres estaba interesada en permanecer en la UE, sino que países como Escocia e Irlanda del Norte también quieren seguir en la UE.

Es más, hay voces que alertan sobre la posibilidad de secesión tanto de Escocia como de Irlanda del Norte. No hay que olvidar que, en 2014, Escocia votó precisamente seguir formando parte de Gran Bretaña por aquello de seguir perteneciendo a la UE.

  1. Consecuencias económicas

Las consecuencias económicas aún no se han podido cuantificar con exactitud, pero obviamente van a ser muy importantes. La UE representa un mercado que adquiere prácticamente la mitad de las exportaciones de Gran Bretaña. Con el Brexit, estas exportaciones se verían, obviamente, afectadas de manera directa.

Así mismo, Londres ha sido, hasta ahora, la capital financiera de Europa. En Londres se acomodan más de 250 bancos extranjeros así como unas 200 firmas de abogados extranjeras. Estos sectores dan empleo a más de 700 mil personas (curiosamente una cantidad mayor que en 2007 – 2008, justo cuando la crisis empezaba a golpear las cuentas de resultados de las empresas). Lo que el Brexit implica es que toda este ecosistema empresarial (no sólo el mundo financiero se ve afectado), no va a ser capaz de suministrar servicios al conjunto de la UE una vez que Inglaterra la abandone (se habla de un plazo de dos años desde que se comience formalmente las negociaciones).

Muchas empresas están empezando a barajar la posibilidad de desplazar al grueso de su plantilla a Dublín o Frankfurt, por ejemplo, para que puedan continuar con el negocio sin restricción alguna.

También me parece interesante destacar un ejemplo que me puso mi compañero Simon. Si nos abstraemos de Londres, centro financiero y neurálgico del país, sinónimo de un alto tren de vida, en Inglaterra hay numerosas ciudades más modestas que viven de los fondos que la UE aporta. Muchas carreteras, Universidades y diversas infraestructuras han sido construidas gracias a estos fondos. El que Inglaterra salga de la UE supondría que dejaría de percibir directamente muchos cientos de millones de libras, lo cual podría tener consecuencias nefastas para dichas economías locales.

También hay ejemplos como la ciudad de Sunderland, donde el 61% de la población local votó abandonar la UE, a pesar de que, por ejemplo, 7.000 puestos de trabajo dependen directamente de la planta de fabricación de coches Nissan, la cual podría replantearse la deslocalización.

  1. Libre circulación de personas

Independientemente de la problemática que pueda suponer el que seas ciudadano inglés trabajando/viviendo fuera, o ciudadano europeo (por concretar) trabajando en Inglaterra, se da la circunstancia de que Inglaterra puede perder el estatus de “good place to work”. Muchas ciudades europeas se están frotando las manos ante la posibilidad de convertirse en nuevos centros financieros (hace unos días leí un artículo de que Madrid podría ser la nueva Londres).

Una cosa está clara, una empresa perteneciente a un país de la UE tiene “pasaporte” para hacer negocios en los otros 27 países, sin necesidad de marcas locales o subsidiarias. Por poner un ejemplo. Goldman Sachs tiene 6.000 empleados, de un total de 6.500 en Europa, establecidos en Inglaterra. El hecho de que se empiecen a necesitar “pasaportes” para moverse libremente de un país a otro puede afectar seriamente la flexibilidad con la que las empresas trabajan actualmente.

Es obvio que Inglaterra buscará algún tipo de acuerdo al estilo noruego, donde se garantice el acceso al mercado único de la UE. Sin embargo, uno de los postulados de los defensores del Brexit es precisamente este, las restricciones a la libre circulación de personas.

Otra duda que se plantea es en qué puede afectar a los ciudadanos no ingleses que ya se encuentran trabajando en Inglaterra (como hemos visto anteriormente). ¿Afectará a sus puestos de trabajo? Todos confiamos en pactos, pero la aplicación del artículo 50 no da mucho margen de maniobra.

Lo mismo pasaría para ciudadanos ingleses trabajando en países de la UE. ¿Se verán obligados a solicitar la doble nacionalidad? En España ya se están dando este tipo de solicitudes…

  1. Efecto contagio

¿Qué pasa si el Brexit sale bien? Le Pen en Francia, Holanda, incluso Donald Trump en EEUU, entre otros, se están frotando las manos esperando a ver qué sucede. Por este motivo, Alemania y Francia son los principales interesados en acelerar la salida de Inglaterra de la UE, a través de la activación del Artículo 50, el cual dejaría poco margen de maniobra a Inglaterra para negociar posibles pactos.

Por tanto, está claro que el Brexit es una realidad. Guste o no, la población ha votado y ha decidido. Obviamente, el objetivo de los partidarios de la separación es tratar de mantener todos los beneficios de la UE pero sin ninguna de sus obligaciones. Y esto es algo que la UE no va a permitir, por lo comentado anteriormente, el miedo a un efecto contagio que ponga patas arriba todo el “tinglado” europeo.

Se están barajando varias posibilidades, entre las que destacamos el modelo noruego, aparentemente el más flexible, pero que no rompería totalmente los vínculos con la UE.

Mientras tanto, nos esperan varios meses de negociaciones, ya que a Inglaterra le interesa dilatar lo máximo posible la aplicación del Artículo 50, para poder firmar pactos unilaterales previamente, mientras que a la UE le interesa aplicarlo lo más rápidamente posible…

Como dice mi amigo Simon, seguro que al final todo queda igual…

¡Veremos!