Pongamos que unos necesitan la “igualdad, libertad y fraternidad” más que otros.

Un 15% más, aproximadamente.

Yo diría que el Big Data es precisamente eso, poner cifras a posteriori.

Y que la comprensión acerca de cómo se determinan -de partida- las proporciones, aún no nos corresponde.

Supongamos que la realidad objetiva es un sistema que se ha diseñado de acuerdo a un conjunto de valores o parámetros de “equilibrio”.

Y que la fluctuación alrededor de estos parámetros, aun siendo posible, constituye un desorden que no puede perdurar.

Parece razonable concluir que el sistema tiene unas necesidades que no se pueden alterar más que temporalmente.

El conocimiento de los puntos de equilibrio es, pues, el conocimiento de lo estructural, lo transitorio, lo coincidente, lo armónico, lo caótico…

Es el conocimiento, en suma, de una información extraordinariamente poderosa para la contemporización y el manejo de la realidad política, económica y social.

¿Está usted de acuerdo?

“Sí, aceptarlo todo”.